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Autopsia de un texto

Ese ejercicio tan habitual en las clases de lengua,‭ ‬analizar sintácticamente una frase,‭ ‬desmembrándola y etiquetando cada uno de sus componentes,‭ ‬se parece bastante a la autopsia de un texto,‭ ‬diseccionarlo por capas para descubrir cómo se sostiene su estructura.‭ ‬El armazón de un texto,‭ ‬esa estructura,‭ ‬resulta tan reveladora como las palabras que contiene y el propios significado que se pretendió transmitir con ella.
‭    ‬El análisis sintáctico es también como tomar un destornillador y abrir la carcasa que encierra los dispositivos de una máquina,‭ ‬destripándola para conocer mejor su funcionamiento y averiguar,‭ ‬si se averió,‭ ‬qué es lo que falló.‭ ‬Lo que en el aula,‭ ‬para un escolar,‭ ‬podría ser hasta una tarea ardua,‭ ‬los odiosos deberes,‭ ‬se convierte en un recurso poderoso cuando eres adulto si sabes utilizarlo.‭ 
   En anteriores artículos de Clickteratura recalqué que escribir es tan personal como una huella dactilar o una secuencia de ADN y que deja un rastro muy característico de quien escribe,‭ ‬pistas sobre su autoría y de su personalidad.‭ ‬Entonces esos análisis sintácticos,‭ ‬toda una autopsia literaria,‭ ‬sirven para quitar caretas y desenmascarar,‭ ‬detectando esos rasgos personales que se dejan al escribir,‭ ‬como cuando se dejan las huellas por la arena al pasear por la playa o al manosear sin guantes un objeto.‭ 
   Ese análisis en la escuela lo hacíamos en la pizarra o en un cuaderno,‭ ‬desmenuzando la frase metódicamente y apuntando,‭ ‬con cierta inseguridad,‭ ‬la clase de componentes que la integraban,‭ ‬como un taxidermista que diseca un animal o un botánico que etiqueta una planta con su nombre científico.‭ ‬Pero a medida que se crece,‭ ‬a fuerza de formar un hábito,‭ ‬ese análisis se llega a hacer de forma casi inconsciente,‭ ‬de cabeza,‭ ‬sin la ayuda de ningún papel,‭ ‬para sacar conclusiones.
‭    ‬No soy infalible,‭ ‬pero hay rasgos en un texto que identifican a su autor aunque no haya puesto su nombre.‭ ‬De nada sirve un anónimo cuando quien lo lee conoce la estructura y demás características habituales de la forma de escribir de una persona porque la reconocerá.‭ ‬Anónimos más astutos intentan disimular,‭ ‬siendo conscientes de lo delatora que es la escritura,‭ ‬e intentan distorsionar su propio estilo,‭ ‬usando palabras más cultas de las habituales o al revés,‭ ‬más toscas,‭ ‬para despistar,‭ ‬o incluso empleando localismos,‭ ‬esas palabras con denominación de origen,‭ ‬propias de un lugar muy lejano a aquel donde reside o del que es natural.‭ ‬Argucias como las de un falsificador que intenta cambiar sus trazos,‭ ‬apretando más fuerte o modificando los rasgos de su letra,‭ ‬para confundir al experto grafólogo.‭ 
   A lo delatora que es la forma de escribir,‭ ‬tan personal,‭ ‬súmale las posibilidades de las nuevas tecnologías,‭ ‬hasta de la inteligencia artificial,‭ ‬y ese análisis,‭ ‬la autopsia,‭ ‬profundizará más en las entrañas del texto.‭ ‬Clase social,‭ ‬formación académica,‭ ‬inclinaciones ideológicas,‭ ‬apetitos y otros detalles,‭ ‬algunos de los más íntimos,‭ ‬pueden salir a relucir mediante una de estas autopsias literarias.‭ 
   En definitiva,‭ ‬cada segundo que dedicamos de pequeños a esos análisis en clase de lengua ha merecido la pena si se sabe aprovechar porque brinda enormes posibilidades para analizar mensajes y comprender personas.‭ ‬Cada segundo fue bien empleado porque esos ejercicios de análisis te proporcionaron el entrenamiento para enfrentarse a la comunicación adulta,‭ ‬llena de trampas.‭ ‬Bien pensado,‭ ‬analizar una frase es como asomarse a la mira de un microscopio.‭ ‬Cuerpos invisibles a simple vista salen a relucir para percibir la realidad con una óptima más profunda.‭ 
   Esa autopsia literaria no solo sirve para rastrear anónimos y descubrir personalidades,‭ ‬sino también para analizarse en primera persona y encontrar tu propio estilo cuando escribes,‭ ‬aunque con la dificultad añadida de que siempre es más sencillo analizar a los demás que a una misma,‭ ‬la mota en el ojo ajeno y la viga en el propio,‭ ‬verdad de la buena.‭ 
   Al convertirnos en analistas de los mensajes,‭ ‬diseccionando los textos,‭ ‬además nos hacemos más resistentes ante el engaño.‭ ‬Ya no somos escolares,‭ ‬dejamos atrás la escuela,‭ ‬pero unimos puntos como dijo Steve Jobs en su célebre discurso,‭ ‬aprovechando lo que aprendimos en el pasado para crecer,‭ ‬y recurrimos a esos análisis sintácticos para ponernos en guardia ante cualquier engaño por escrito,‭ ‬desde un anónimo malintencionado en las redes sociales a la letra pequeña de un contrato que dudamos firmar.‭ ‬Es mi homenaje a todos los profesores de Lengua en escuelas e institutos que nos iniciaron en el arte de desentrañar los textos con una pizarra.‭ ‬Sus lecciones siguen siendo tan válidas como antes para quien sepa utilizarlas en el día a día.‭ ‬Preciosa enseñanza.‭ 

Por Alicia Cofres,‭ ‬fundadora de Clickteratura

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