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Escribes mal

Escribir es tan personal que no todo el mundo está preparado para recibir críticas sobre la forma en que lo hace y tampoco es común la sinceridad para criticar abiertamente la escritura de alguien.‭ ‬Ya dije que escribir es tan personal como una huella dactilar,‭ ‬al escribir arrojamos al exterior una parte de nosotros mismos para compartirla con los demás.‭ 
   Dejo de lado la capacidad del escritor para encajar las críticas.‭ ‬Muchos lectores se guardan muy mucho de criticar un escrito porque temen que si lo hacen herirán la sensibilidad de su autor.‭ ‬Ese temor confirma lo que está muy claro,‭ ‬que escribir es personal,‭ ‬hasta el punto de que se llega a pensar que criticar un texto equivale a atacar a la persona que lo ha escrito y en lo más íntimo.‭ ‬Es como cuando a un recién nacido le sacan parecidos.‭ ‬Es fácil comentar a la ligera que se parece más al padre que a la madre,‭ ‬al revés,‭ ‬o que no se parece a ninguno de los dos,‭ ‬pero nadie con un mínimo de sensibilidad se atrevería a criticar su físico por muy fea que sea la criatura.‭ ‬Llamar feo a un hijo hiere en lo mas profundo a los padres porque consideran que forman parte de su propio ser.‭ ‬Con la escritura pasa algo parecido porque el estilo al escribir lleva el ADN literario de quien redacta.
‭    â€¬Una corriente muy actual condena y persigue el‭ “ ‬body shaming‭”‬,‭ ‬criticar a alguien por su cuerpo,‭ ‬por su aspecto físico.‭ ‬Al menos de cara a la galería,‭ ‬está muy de moda el aceptar los cuerpos como son,‭ ‬desafiando los típicos canones de belleza que enzalzan determinados rasgos en detrimento de otros.‭ ‬Hasta la saciedad se ha destacado que ese canon de belleza ha cambiado y que la obesidad que antes se percibía como una manifestación de fertilidad,‭ ‬buena salud y atractivo,‭ ‬llegó a considerarse poco sexy debido a la fuerza de esos canones.‭ ‬Canones que por otra parte son caprichosos y pueden volver a cambiar en cualquier momento.‭ ‬Esta bien tenerlo presente antes de ponerse a dieta para presumir de tipo.
‭    â€¬Lo malo es que debido a ese temor por herir los sentimientos se priva al autor de la posibilidad de recibir críticas muy constructivas que le ayudarían a mejorar su estilo,‭ ‬a pulirlo,‭ ‬y a sacar la mejor versión de sí mismo.‭ ‬Pero ese miedo a herir sentimientos acallará esas críticas constructivas.
‭    â€¬La vanidad juega un papel importante en estas reservas a críticar un texto y a encajar esas críticas.‭ ‬Al ser un texto tan personal a quienes escrimos nos cuesta apreciar sus defectos por obvios que sean.‭ ‬Algo así como cuando te miras al espejo y haces la vista gorda a determinados rasgos cuando flojea la autoestima.‭ ‬El propio escritor,‭ ‬que tiene su corazoncito,‭ ‬también teme a que esos defectos salgan a relucir y se hiera su ego.‭ ‬Dejarse llevar por la vanidad sin embargo no compensa porque se pierde la posibilidad de recibir críticas muy valiosas para mejorar.‭ 
   También existe una especie de ángulo muerto en el que un escritor es incapaz de advertir esos defectos por obvios que sean y resulta entonces más útil la ayuda de un crítico honesto.‭ 
   Las erratas,‭ ‬los meros fallos tipográficos,‭ ‬me desesperan de lo traicioneras que son.‭ ‬Escribo un texto y aunque lo relea varias veces me pasan desapercibidas,‭ ‬pero luego una tercera persona las detecta como un radar de alta precisión a primera vista,‭ ‬de golpe.‭ ‬Erratas que era incapaz de ver,‭ ‬por ese temor a los defectos propios o estar bajo ese ángulo muerto,‭ ‬salen a relucir en cuanto otra persona corrige.‭ 
   Soy una defensora a ultranza de la autopublicación,‭ ‬pero reconozco que una faceta en la que los autores que están respaldados por una editorial frente a los que no radica en las correciones.‭ ‬Un texto bajo editorial se somete a mayores correciones y revisiones para detectar esas dichosas erratas que se deslizan sin querer con tanta facilidad.‭ ‬El lector de una obra autopublicada ha de tener una cierta permisividad en este sentido y saber perdonar esas erratas,‭ ‬si el conjunto merece la pena.
‭    â€¬Aunque duela,‭ ‬criticar un texto demuestra una cierta valentía y honestidad por quien lo hace,‭ ‬por desafiar ese temor a herir sentimientos,‭ ‬por lo que hasta es de agradecer.‭ ‬No me refiero a la crítica despiadada de quien carece de esa honestidad y sólo se propone hacer daño al autor,‭ ‬herir su orgullo.‭ ‬Valoro la crítica sana de quien la emite con franqueza.‭ ‬Esa crítica,‭ ‬aunque al principio duela,‭ ‬termina por reconfortar.‭ ‬Lo peor no es la crítica sana,‭ ‬que ayuda a pulir el estilo,‭ ‬sino la indiferencia.‭ ‬Que critiquen tu texto no significa que escribas mal.‭ ‬Prefiero pensar que significa que puedes hacerlo mejor.‭ ‬Por eso las críticas edificantes valen oro.‭ ‬Bienvenidas sean.‭ 
     

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Por Alicia Cofres,‭ ‬fundadora de Clickteratura

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