Una edad bastante difícil expresada en clave de ficción

Una atmósfera muy intensa envuelve al lector el leer a Belén Conde Durán. En 2017 ganó el premio a la mejor obra de narrativa juvenil con "Luz y Tinieblas", difundida por la editorial Bruño, una historia protagonizada por Llum, una chica de diecisiete años que trata de asimilar la separación de sus padres y se muda junto con su madre y su perro a una extraña casa de su tía en un paraje perdido del norte. Ahí descubre una misteriosa bañera con símbolos esotéricos que la traslada a otros planetas fuera del Sistema Solar, un relato muy atmosférico con tintes de fantasía y ciencia ficción. Esa misma edad tan difícil tiene
la protagonista de otro de sus libros "Las horas prestadas" que no termina de encontrar su sitio ya que vive de aquí para allá desplazándose con su padre viudo, un ingeniero adinerado. El encontrarse a una misma, el drama de aprender a vivir, aflora en estas páginas que podrían catalogarse incluso como un profundo libro de viajes con una óptica muy intensa a través de los ojos de una adolescente, tensionada por lo dramas de la edad. Su padre es rico y tiene todas las necesidades materiales cubierta, pero su vacío no es físico. Esa intensidad propia de la adolescencia se imprime al personaje.
Belén Conde Durán
Belén Conde, licenciada en Filología Inglesa, cursó un master en Criminología y Psiquiatría Forense. Ese interés de la autora por la personalidad y la conducta también se nota en la caracterización de sus personajes en su obra literaria.
En otra de sus obras, "El Guerrero y la Mariposa", esta escritora compone una profunda fábula ambientada en los bosques de Taiwán. Un guerrero generoso que ayuda tanto a los animales con los que se cruza en el bosque como a otros humano en la 
ciudad. 
La inspiración de esta escritora continúa porque próximamente está previsto que salga al mercado su novela "Ambaris" por la editorial Nou en la que aparecen Dioses egipcios y misteriosas organizaciones.